El vigésimo sexto capítulo de 1 Crónicas se centra en la organización de los porteros y tesoreros del templo, quienes son responsables del cuidado y la administración de los recursos sagrados. Este capítulo destaca la importancia de la responsabilidad y la integridad en el servicio a Dios. Los porteros son asignados a las puertas del templo, asegurando que solo aquellos que son dignos entren en la presencia de Dios. Además, se establecen tesoreros que se encargarán de los bienes y ofrendas del templo, garantizando una administración adecuada. Este capítulo es un recordatorio de que cada aspecto del servicio a Dios es importante, y que la fidelidad en las pequeñas cosas es esencial para el éxito del ministerio. La organización de los porteros y tesoreros refleja el deseo de David de honrar a Dios a través de un servicio ordenado y reverente.
1 Crónicas capítulo 26
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