En el cuarto capítulo, Pablo se defiende ante los corintios, quienes han cuestionado su autoridad apostólica. Utiliza la imagen de un administrador de los misterios de Dios para describir su papel y el de otros apóstoles. Pablo enfatiza que no debe ser juzgado por los estándares humanos, sino que su fidelidad a Dios es lo que realmente importa. A través de su defensa, Pablo también recuerda a los corintios que deben evitar el orgullo y la arrogancia, y en su lugar, adoptar una actitud de humildad y servicio. Este capítulo es un llamado a la reflexión sobre cómo los líderes deben ser considerados y cómo los creyentes deben vivir en unidad y amor, reconociendo que todo lo que tienen proviene de la gracia de Dios.
1 Corintios capítulo 4
Descubre cómo FaithAI está transformando vidas
Miles de usuarios están experimentando un crecimiento espiritual diario y una conexión renovada con Dios.