Rehoboam, hijo de Salomón, acaba de ascender al trono de Israel. El pueblo, liderado por Jeroboam, se acerca a él con la solicitud de aliviar las pesadas cargas que Salomón les había impuesto. La respuesta de Rehoboam es pedir tres días para considerar su súplica. Este momento es significativo, ya que demuestra la importancia de tomarse el tiempo para reflexionar y buscar un consejo sabio antes de tomar decisiones que impactan a otros. La elección de Rehoboam de pausar y deliberar sugiere una posible apertura al cambio y la necesidad de un liderazgo reflexivo. Sin embargo, la narrativa que sigue muestra que Rehoboam finalmente elige ignorar el consejo de los ancianos, lo que lleva a la división del reino. Esto sirve como un recordatorio de las consecuencias de ignorar el consejo sabio y la importancia de la humildad y el discernimiento en el liderazgo. El período de espera de tres días subraya el valor de la paciencia y la consideración cuidadosa en nuestros propios procesos de toma de decisiones, animándonos a buscar sabiduría y entendimiento antes de actuar.
Y él les dijo: Volved a mí al tercer día. Y el pueblo se fue.
1 Reyes 12:5
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