En un tiempo de severa sequía y hambruna, Elías se encuentra con una viuda que recoge leña para preparar una última comida para ella y su hijo. A pesar de su desesperada situación, Elías le pide que le haga primero una pequeña torta de pan. Esta solicitud puede parecer audaz, pero es una profunda prueba de fe. Las palabras de Elías, "No tengas miedo", son un llamado a confiar en la promesa de provisión de Dios. Al priorizar la necesidad de Elías, la viuda demuestra una fe notable, que Dios honra al proveerle un suministro inagotable de harina y aceite. Esta historia ilustra que la fe a menudo requiere salir de nuestra zona de confort y confiar en las promesas de Dios, incluso cuando las circunstancias parecen sombrías. Enseña que la provisión de Dios no está limitada por nuestros recursos y que la obediencia puede llevar a resultados milagrosos. La narrativa anima a los creyentes a confiar en el cuidado de Dios y a actuar con fe, sabiendo que Él es capaz de satisfacer todas las necesidades en Su perfecto tiempo.
Y Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme primero a mí de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
1 Reyes 17:13
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