La construcción del altar por parte de Elías con piedras es un acto significativo de fe y obediencia. En un tiempo en que los israelitas estaban divididos entre adorar a Dios y seguir a Baal, las acciones de Elías fueron una declaración audaz de lealtad al Señor. El altar, edificado en el nombre de Jehová, simboliza un regreso a la verdadera adoración y un rechazo a la idolatría. La zanja cavada alrededor del altar, lo suficientemente grande para contener dos medidas de semilla, indica la preparación para algo extraordinario. Esta preparación es tanto práctica como simbólica, ya que establece el escenario para el milagro que está a punto de ocurrir. La meticulosa preparación de Elías refleja su confianza en el poder de Dios y su deseo de demostrar la supremacía de Dios ante el pueblo. Nos recuerda que cuando preparamos nuestros corazones y vidas para la obra de Dios, nos abrimos a presenciar Sus actos poderosos. Este pasaje anima a los creyentes a confiar en la capacidad de Dios para revelarse de maneras impactantes, especialmente cuando estamos dispuestos a mantenernos firmes en nuestra fe y prepararnos para Su intervención.
Y con las piedras edificó un altar en el nombre de Jehová; y hizo alrededor del altar una zanja, como de dos medidas de semilla.
1 Reyes 18:32
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