Al final de su vida, David le da instrucciones a su hijo Salomón sobre cómo gobernar con sabiduría y justicia. Entre sus directrices, enfatiza la importancia de la bondad y la gratitud al instruir a Salomón que muestre favor a los hijos de Barzillai de Galaad. Barzillai fue un leal partidario de David en un momento difícil, específicamente cuando David huía de su hijo Absalón, quien se había rebelado contra él. Al pedir a Salomón que se asegure de que los descendientes de Barzillai sean tratados con honor y se les permita comer en la mesa real, David está enseñando una lección sobre la naturaleza perdurable de la lealtad y la importancia de recompensar a quienes han estado a nuestro lado. Este pasaje resalta el principio bíblico de la gratitud y la importancia de mantener relaciones basadas en la confianza y el apoyo mutuo. Nos recuerda que los actos de bondad y lealtad no deben ser olvidados, sino celebrados y correspondidos, fomentando una comunidad de cuidado y respeto.
Mas a los hijos de Barzillai el Galaadita harás misericordia, y les darás lugar entre los que comen a tu mesa; porque así se acercaron a mí cuando huía de Absalón tu hermano.
1 Reyes 2:7
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