El templo de Salomón fue un proyecto monumental que representó la culminación de una promesa hecha a David. El oráculo, o Lugar Santísimo, era el corazón del templo, donde residía el Arca de la Alianza. Esta área se consideraba la más sagrada, simbolizando el trono de Dios en la tierra. La separación con tableros de cedro no solo proporcionaba una división física, sino también espiritual, marcando un espacio de máxima reverencia y santidad. Se eligió el cedro por su durabilidad y agradable aroma, simbolizando pureza y fortaleza. Los detalles de la construcción enfatizan el cuidado y la precisión involucrados en la creación de un espacio digno de la presencia de Dios. Este espacio sagrado nos recuerda la importancia de tener áreas dedicadas en nuestras vidas para la adoración y la reflexión, donde podamos centrarnos en nuestra relación con Dios. También nos anima a acercarnos a Dios con reverencia, reconociendo su santidad y nuestra necesidad de pureza espiritual.
Y el oráculo tenía veinte codos de longitud, y veinte codos de ancho, y veinte codos de altura; y lo cubrió de oro puro. También cubrió el altar de cedro.
1 Reyes 6:16
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