En este momento, Dios revela Su plan a Samuel, el profeta, para ungir a un nuevo líder para Israel. Los israelitas han sido oprimidos por los filisteos, y sus gritos de ayuda han llegado a Dios. En respuesta, Dios envía a Saúl, un hombre de la tribu de Benjamín, para ser ungido como su gobernante. Este acto de unción significa la elección y bendición de Dios sobre Saúl para liderar y liberar a Su pueblo de sus enemigos. El versículo enfatiza la participación activa de Dios en la vida de Su pueblo, mostrando que no está distante, sino profundamente preocupado por su bienestar. También refleja el tema de la intervención divina, donde Dios levanta líderes para guiar y proteger a Su pueblo. Este pasaje asegura a los creyentes que Dios está atento a sus luchas y es capaz de orquestar eventos para traer liberación y esperanza. La respuesta de Dios a los clamores de los israelitas sirve como un recordatorio de Su fidelidad y Su compromiso con Su pacto con Su pueblo.
Mañana a esta hora enviaré a ti un hombre de la tierra de Benjamín; y le ungirás por príncipe sobre mi pueblo Israel; y él salvará a mi pueblo de mano de los filisteos; porque he mirado a mi pueblo, por cuanto su clamor ha llegado a mí.
1 Samuel 9:16
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