El trigésimo capítulo de 2 Crónicas narra la celebración de la Pascua bajo el reinado de Ezequías. En un esfuerzo por unir a Judá e Israel, Ezequías envía cartas a todas las tribus, invitándolas a participar en la festividad. A pesar de la resistencia inicial, muchos responden al llamado y se reúnen en Jerusalén para celebrar la Pascua. Ezequías se asegura de que la celebración sea conforme a la ley de Dios, purificando a los sacerdotes y ofreciendo sacrificios. Este capítulo destaca la importancia de la unidad y la adoración comunitaria, así como el deseo de volver a las raíces espirituales. La celebración de la Pascua no solo es un recordatorio de la liberación de Egipto, sino también un llamado a regresar a Dios y renovar el pacto. La respuesta del pueblo a la invitación de Ezequías muestra que, a pesar de la infidelidad pasada, siempre hay una oportunidad para el arrepentimiento y la restauración en la presencia de Dios.
2 Crónicas capítulo 30
- 2 Crónicas 30:1
- 2 Crónicas 30:2
- 2 Crónicas 30:3
- 2 Crónicas 30:4
- 2 Crónicas 30:5
- 2 Crónicas 30:6
- 2 Crónicas 30:7
- 2 Crónicas 30:8
- 2 Crónicas 30:9
- 2 Crónicas 30:10
- 2 Crónicas 30:11
- 2 Crónicas 30:12
- 2 Crónicas 30:13
- 2 Crónicas 30:14
Descubre cómo FaithAI está transformando vidas
Miles de usuarios están experimentando un crecimiento espiritual diario y una conexión renovada con Dios.