La decisión del rey Salomón de utilizar la valiosa madera de algum para construir los escalones del templo y del palacio real, así como para fabricar instrumentos musicales, subraya su compromiso con la excelencia y la belleza en el servicio a Dios. La madera de algum, conocida por su rareza y calidad, era un símbolo de riqueza y artesanía. Al incorporarla en el templo, Salomón demostró su deseo de honrar a Dios con los mejores materiales disponibles. La creación de arpas y liras a partir de esta madera también resalta la importancia de la música en la adoración y la celebración, mostrando que el arte y la creatividad son parte integral de la expresión espiritual. Este pasaje invita a los creyentes a considerar cómo pueden utilizar sus propios recursos y talentos para contribuir a sus comunidades y espacios de adoración, fomentando un entorno donde la belleza y el respeto coexistan. Nos recuerda que nuestras ofrendas a Dios, ya sean materiales o creativas, deben reflejar nuestros mejores esfuerzos e intenciones, buscando glorificarlo en todos los aspectos de la vida.
Y el rey Salomón dio a la reina de Sabá todo lo que ella quiso, y le dio más de lo que había traído a él. Así volvió y se fue a su país, ella y sus siervos.
2 Crónicas 9:11
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