En este momento de conflicto inminente, los moabitas fueron alertados sobre la llegada de una formidable alianza de reyes. La noticia de esta coalición, que incluía a los reyes de Israel, Judá y Edom, provocó una movilización rápida y completa de sus fuerzas. Cada hombre capaz de portar armas, desde el más joven hasta el más anciano, fue llamado al deber y posicionado a lo largo de la frontera para defender su patria. Esta acción subraya la determinación de los moabitas y la seriedad con la que consideraban la amenaza.
El versículo ilustra la práctica común en la antigüedad de reclutar a todos los hombres en condiciones de luchar en tiempos de guerra, reflejando la responsabilidad colectiva de proteger la tierra y a la gente. También establece el escenario para la batalla que se avecina, destacando la tensión y la anticipación que preceden a un enfrentamiento tan significativo. La disposición de los moabitas para defenderse a toda costa habla de su valentía y determinación, cualidades que resuenan con el espíritu humano universal frente a la adversidad.