El propósito de las Escrituras es equipar a los creyentes de manera integral para cada buena obra. Esto significa que las enseñanzas, historias y principios que se encuentran en la Biblia están destinados a prepararnos para las diversas tareas y desafíos que enfrentamos en la vida. La Palabra de Dios proporciona la sabiduría y la guía necesarias para vivir una vida que refleje el amor y la verdad de Dios. Nos ayuda a desarrollar el carácter y las habilidades necesarias para servir a los demás y cumplir con nuestros propósitos dados por Dios.
Estar equipados a través de las Escrituras implica más que solo conocimiento; transforma nuestros corazones y mentes, permitiéndonos actuar con integridad, compasión y justicia. A medida que estudiamos y aplicamos las enseñanzas de la Biblia, nos volvemos más efectivos en nuestros roles como siervos de Dios, ya sea en nuestras familias, lugares de trabajo o comunidades. Este proceso de equipamiento es continuo, ya que crecemos constantemente en nuestra comprensión y aplicación de la Palabra de Dios. En última instancia, estar completamente equipados significa estar listos para responder al llamado de Dios en cualquier situación, contribuyendo a Su obra en el mundo.