En este versículo, el apóstol Pablo habla de una misión de rescate divina, donde Dios nos ha liberado del dominio de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo amado, Jesucristo. Esta imagen de rescate y traslado resalta el cambio dramático que ocurre en la vida de un creyente. El 'dominio de las tinieblas' representa un estado de ceguera espiritual y esclavitud al pecado, mientras que el 'reino del Hijo' simboliza un ámbito de luz, amor y libertad. Esta transformación no es solo un cambio de estatus, sino un cambio de identidad y propósito. Subraya el poder de la gracia de Dios y la centralidad del papel de Cristo en nuestra salvación. El versículo asegura a los creyentes su posición segura en la familia de Dios y los anima a vivir a la luz de esta nueva realidad. Sirve como un poderoso recordatorio de la esperanza y redención que son fundamentales para la fe cristiana, invitando a los creyentes a abrazar su nueva vida en Cristo con gratitud y alegría.
13 El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su Hijo amado,
Colosenses 1:13
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