En su carta a los colosenses, Pablo insta a la comunidad cristiana a tomar medidas decisivas contra comportamientos que son inconsistentes con su nueva vida en Cristo. La frase 'haced morir' significa un esfuerzo fuerte e intencional para eliminar prácticas y deseos pecaminosos que provienen de nuestra naturaleza terrenal. Estos incluyen la inmoralidad sexual, la impureza, las pasiones desordenadas, los malos deseos y la avaricia. Pablo identifica estos comportamientos como formas de idolatría porque priorizan los deseos personales y el materialismo sobre la devoción a Dios.
El mensaje es un llamado a la transformación, animando a los creyentes a vivir de una manera que refleje su fe y compromiso con Cristo. Al rechazar estas tendencias terrenales, los cristianos pueden enfocarse en el crecimiento espiritual y alinear sus vidas con las enseñanzas de Jesús. Esta transformación no se trata solo de evitar el pecado, sino también de cultivar virtudes que honren a Dios y fomenten una relación más profunda con Él. El énfasis está en vivir una vida de integridad, donde las acciones y deseos estén en armonía con la fe.