En la visión de Daniel, las cuatro bestias simbolizan cuatro reinos sucesivos que se levantarán en la tierra. Cada bestia representa un imperio diferente, caracterizado por su poder e influencia únicos. El uso de bestias en la visión subraya la ferocidad y la fuerza de estos reinos, que a menudo actúan en oposición al pueblo de Dios. Esta imagen sirve para preparar y advertir a los fieles sobre las pruebas y desafíos que pueden encontrar a medida que estos imperios surgen y caen.
Sin embargo, la visión no se trata únicamente del poder de estos reinos terrenales. También enfatiza la autoridad suprema de Dios sobre todos los asuntos humanos. A pesar de la aparente dominancia de estos reinos, son temporales y están sujetos al plan soberano de Dios. La visión asegura a los creyentes que, al final, el reino de Dios prevalecerá, trayendo justicia y paz. Este mensaje ofrece esperanza y aliento, recordando a los fieles la presencia constante de Dios y la promesa de Su reinado eterno.