El plan supremo de Dios es reunir todo bajo la autoridad de Cristo. Este plan se desarrollará cuando los tiempos lleguen a su cumplimiento, lo que indica un cronograma divino que está más allá de la comprensión humana. La idea de unidad abarca toda la creación, tanto en el ámbito espiritual del cielo como en el ámbito físico de la tierra. Esto refleja una visión de armonía cósmica, donde todas las cosas son reconciliadas y alineadas con la voluntad de Dios. Subraya la centralidad de Cristo en el plan de Dios, ya que Él es quien logra esta unidad. Este pasaje ofrece un profundo sentido de esperanza y seguridad, recordando a los creyentes que, a pesar del caos o la desunión actual, el propósito último de Dios es restaurar y unir todas las cosas. Esta unidad no es solo una esperanza futura, sino también una realidad presente que los creyentes están llamados a vivir, reflejando la paz y la reconciliación que Cristo trae. Anima a los cristianos a confiar en el tiempo de Dios y a participar en Su misión de lograr esta unidad.
Que en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, congregue en uno a todos los hombres en Cristo, así los que están en los cielos, como los que están en la tierra.
Efesios 1:10
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