El mensaje en Efesios 3:6 es revolucionario para su época, ya que declara que los gentiles, quienes antes eran considerados forasteros, ahora están completamente incluidos en el plan de salvación de Dios a través del evangelio. Esta inclusión significa que los gentiles no son ciudadanos de segunda clase en el Reino de Dios, sino que son herederos iguales con Israel. Forman parte de la misma familia espiritual, compartiendo las promesas dadas a través de Cristo Jesús. Esto representa un cambio radical respecto a la comprensión judía tradicional del pacto de Dios, que se veía como exclusivo para Israel.
El mensaje de Pablo aquí trata sobre la eliminación de las barreras que antes separaban a las personas. Habla del corazón del mensaje cristiano de reconciliación y unidad. En Cristo, no hay división basada en raza, cultura o herencia. Todos los creyentes están unidos en un solo cuerpo, la Iglesia, y comparten las mismas promesas de esperanza, salvación y vida eterna. Este pasaje anima a los creyentes a abrazar la diversidad y la unidad, reflejando el amor y la gracia inclusivos de Dios.