En este momento de la historia, Amán está impulsado por su ira y deseo de venganza contra Mardoqueo, quien se ha negado a inclinarse ante él. Su esposa Zeres y sus amigos sugieren una medida extrema: construir un alto palo para la ejecución de Mardoqueo. Este consejo se da con la intención de satisfacer el orgullo herido de Amán y asegurar su disfrute en el próximo banquete con el rey. La altura del palo, de cincuenta codos, simboliza la enormidad del odio de Amán y los extremos a los que está dispuesto a llegar para eliminar a su enemigo percibido.
Este pasaje sirve como un poderoso recordatorio de la naturaleza destructiva del orgullo y la venganza. Ilustra cómo las emociones descontroladas y la influencia de otros pueden llevar a decisiones perjudiciales. La narrativa invita a los lectores a reflexionar sobre las consecuencias de sus acciones y la importancia de buscar la justicia y la humildad por encima de las vendettas personales. En última instancia, la historia de Ester revela que los planes maliciosos a menudo salen mal, ya que la conspiración de Amán finalmente conduce a su propia caída, destacando el principio bíblico de que la rectitud y la integridad prevalecen sobre el mal.