Dios nos asegura que no estamos solos en nuestras batallas. Él está presente, listo para pelear por nosotros y darnos la victoria. Cuando enfrentamos problemas, es fácil sentirnos abrumados y querer resolver todo por nuestra cuenta. Sin embargo, esta promesa nos recuerda que Dios es nuestro defensor y protector. Él nos llama a confiar en su poder y a descansar en su paz. Mantener la calma y confiar en Dios no significa ser pasivos, sino reconocer que nuestra verdadera fuerza proviene de Él. En momentos de crisis, recordar esta promesa puede darnos la serenidad y el coraje necesarios para seguir adelante, sabiendo que Dios está trabajando a nuestro favor. La fe en su protección nos permite enfrentar cualquier adversidad con una perspectiva renovada y un corazón valiente. Dios nos invita a soltar nuestras preocupaciones y a confiar en su plan perfecto para nuestras vidas.
El Señor peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.
Éxodo 14:14
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