Eliezer, el segundo hijo de Moisés, recibió un nombre que tiene un profundo significado: "Dios es mi ayuda". Este nombre refleja la experiencia personal de Moisés con la asistencia divina en momentos críticos. Durante su tiempo en Egipto, Moisés enfrentó numerosos desafíos y amenazas, especialmente de parte del faraón. Al nombrar a su hijo Eliezer, Moisés conmemoró la liberación y protección que recibió de Dios.
Este acto de nombrar no solo es un gesto simbólico, sino que también es un recordatorio poderoso de la fidelidad de Dios y la importancia de reconocer Su papel en nuestras vidas. La gratitud de Moisés se manifiesta en esta elección, encapsulando un momento crucial de intervención divina. El versículo invita a los creyentes a recordar y celebrar la ayuda de Dios en sus propias vidas, fomentando un espíritu de agradecimiento y confianza en Su providencia. Resalta la creencia de que Dios siempre está presente, listo para asistir y salvar a Su pueblo de la adversidad, tal como lo hizo con Moisés.