La corrupción y la injusticia en Jerusalén son denunciadas con fervor en este capítulo, donde Ezequiel expone las prácticas abominables que han llevado a la ciudad a la ruina. El profeta señala a los líderes, sacerdotes y profetas que han traicionado su llamado y han permitido que la iniquidad prevalezca. La falta de justicia y la opresión de los vulnerables son temas centrales, y Ezequiel clama por un cambio. Este capítulo es un poderoso recordatorio de la responsabilidad de los líderes de actuar con integridad y justicia. La denuncia de Ezequiel resuena hoy, desafiando a los creyentes a ser agentes de cambio en sus comunidades y a luchar contra la injusticia. La voz del profeta es un llamado a la acción y a la restauración de la rectitud en la sociedad.
Ezequiel capítulo 22
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