Tomarse el tiempo para reflexionar sobre las experiencias pasadas es una herramienta poderosa para el crecimiento personal y espiritual. El versículo llama a un examen cuidadoso de la vida antes de que comenzara la reconstrucción del templo. Subraya la importancia de reconocer el estado de la propia vida y comunidad antes de emprender un trabajo espiritual significativo. Esta reflexión no se limita al acto físico de colocar piedras, sino que se centra en el viaje espiritual y el compromiso con la obra de Dios. Al considerar el pasado, las personas pueden apreciar los cambios y el crecimiento que han ocurrido, fomentando la gratitud y una comprensión más profunda de su camino espiritual. Esta introspección ayuda a alinear prioridades, asegurando que los compromisos espirituales estén en primer plano y que la comunidad se mantenga enfocada en su relación con Dios. Tal reflexión puede conducir a una renovada dedicación y a una base más sólida, tanto literal como espiritualmente, a medida que continúan su trabajo.
Y ahora, poned atención a lo que ha quedado de aquí en adelante, antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra, y antes que se ponga el sello en la piedra.
Hageo 2:15
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