El vigésimo cuarto capítulo de Isaías presenta una visión apocalíptica del juicio global de Dios sobre la tierra. El profeta describe cómo la tierra será devastada debido a la maldad de sus habitantes. Este juicio abarca a todas las naciones, recordando que nadie escapa de la justicia divina. Sin embargo, en medio de la devastación, Isaías también ofrece una visión de esperanza, donde un remanente fiel será restaurado. Este capítulo resalta la soberanía de Dios sobre la creación y Su autoridad para juzgar. La promesa de restauración es un recordatorio de que, a pesar del juicio, Dios tiene un plan redentor para Su pueblo. La visión de un nuevo orden en el futuro invita a los creyentes a mantener la esperanza en medio de las dificultades.
Isaías capítulo 24
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