Isaías 40:14 subraya la incomparable sabiduría y entendimiento de Dios. A través de preguntas retóricas, se ilustra que Dios, a diferencia de los humanos, no requiere consejo ni instrucción. Este pasaje forma parte de una sección más amplia en Isaías que habla sobre la grandeza de Dios y la futilidad de compararlo con cualquier ser humano o ídolo. Las preguntas retóricas enfatizan que el conocimiento y entendimiento de Dios son innatos y completos. Él es la fuente de toda sabiduría, y sus caminos están más allá de la comprensión humana. Esta certeza de la omnisciencia de Dios está destinada a consolar y alentar a los creyentes, recordándoles que pueden confiar en el juicio y la guía perfectos de Dios. Se invita a las personas a confiar en el plan de Dios, sabiendo que Él ve y comprende todas las cosas de manera perfecta. El versículo sirve como un recordatorio de la naturaleza divina de Dios, quien es autosuficiente y omnisciente, y llama a los creyentes a tener fe en su voluntad soberana y propósito.
¿Con quién tomó consejo, para que le instruyese? ¿Y le enseñó en la senda de juicio, y le enseñó conocimiento, y le mostró la senda de entendimiento?
Isaías 40:14
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