En este versículo, Isaías profetiza un futuro en el que el pueblo de Dios será reconocido como santo y redimido. Los términos "Pueblo Santo" y "Redimidos de Jehová" significan un estatus especial otorgado por Dios, enfatizando su santidad y la salvación que han recibido. Esta transformación no es solo personal, sino también comunitaria, ya que la ciudad misma, una vez abandonada, se convierte en un lugar de atracción y significado. La frase "Ciudad Deseada" sugiere un cambio de fortuna, donde aquellos que antes eran ignorados o marginados ahora son deseados y valorados. Esto refleja el poder de Dios para renovar y restaurar, transformando la desolación en una comunidad vibrante llena de vida y propósito. La imagen de una "Ciudad No Desamparada" sirve como una poderosa metáfora de esperanza y renovación, ilustrando el compromiso inquebrantable de Dios con Su pueblo y Su capacidad para provocar cambios profundos. Asegura a los creyentes la presencia constante de Dios y Su promesa de restaurar y elevar a aquellos que confían en Él.
Y serán llamados Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y tú serás llamada Ciudad Deseada, Ciudad No Desamparada.
Isaías 62:12
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