El sexagésimo quinto capítulo de Isaías es una profecía sobre la nueva creación y la bendición de Dios sobre Su pueblo fiel. El profeta describe un tiempo en el que Dios creará nuevos cielos y una nueva tierra, donde no habrá más llanto ni dolor. Isaías enfatiza que aquellos que buscan al Señor serán bendecidos y que habrá una restauración completa. Este capítulo destaca la esperanza de la redención y la promesa de un futuro glorioso para el pueblo de Dios. La imagen de un mundo transformado es un poderoso recordatorio de que Dios tiene un plan para restaurar todas las cosas. La invitación a disfrutar de la bendición de Dios es un mensaje de esperanza que resuena en el corazón de los creyentes, recordando que la fidelidad a Dios trae recompensas eternas.
Isaías capítulo 65
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