La historia de Job comienza en la tierra de Uz, donde vive un hombre llamado Job, conocido por su integridad y temor a Dios. Este capítulo establece el escenario de su vida próspera y su devoción a Dios. Sin embargo, en una reunión celestial, Satanás desafía la fidelidad de Job, argumentando que su devoción es solo el resultado de sus bendiciones. Dios permite que Satanás pruebe a Job, pero le impone límites. Así, Job pierde sus posesiones, sus hijos y su salud, enfrentando un sufrimiento inimaginable. A pesar de estas calamidades, Job no maldice a Dios, lo que resalta su fe inquebrantable. Este capítulo introduce temas de sufrimiento, fe y la soberanía de Dios, planteando preguntas profundas sobre la naturaleza del dolor y la justicia divina.
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