En este versículo, la descripción de las escamas del Leviatán, tan estrechamente unidas que no puede pasar el aire entre ellas, enfatiza la invencibilidad y fuerza de esta criatura. Esta imagen forma parte de un pasaje más amplio donde Dios habla a Job, ilustrando la vastedad y complejidad de la creación que está más allá de la comprensión humana. El Leviatán, a menudo visto como un símbolo del caos o una poderosa criatura marina, representa desafíos o fuerzas que escapan al control humano. El versículo sirve como una metáfora de los aspectos impenetrables y misteriosos de la vida que los humanos no pueden comprender completamente. Subraya el tema de la humildad ante la creación de Dios y el reconocimiento del poder y la sabiduría divinos. Al contemplar las complejidades y maravillas del mundo natural, los creyentes son alentados a confiar en el plan superior de Dios y a encontrar paz en el conocimiento de que algunas cosas están destinadas a permanecer más allá de la comprensión humana. Este pasaje invita a los lectores a maravillarse ante la obra maestra divina y a cultivar un sentido de reverencia y asombro hacia el Creador.
Cada uno de sus dientes es de temor; su orgullo son los escudos.
Job 41:16
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