Este versículo resalta la bondad y la justicia de Dios al elevar a los humildes y consolar a los afligidos. En momentos de dolor y sufrimiento, Dios no está distante, sino que está presente, ofreciendo esperanza y restauración. La humildad es una virtud que Dios valora profundamente, y aquellos que lloran y sufren no son olvidados. En lugar de dejarlos en su tristeza, Dios les ofrece consuelo y la promesa de salvación. La fe y la humildad son caminos hacia la gracia divina, y este mensaje nos invita a confiar en la providencia divina incluso en los momentos más oscuros. La justicia de Dios asegura que aquellos que son humildes y afligidos sean levantados y restaurados, mostrando su amor y compasión eternos. Este mensaje también nos inspira a ser instrumentos de consuelo y apoyo para los demás, reflejando el amor y la justicia de Dios en nuestras propias vidas.
Él pone en alto a los humildes, y los que lloran son levantados a salvación.
Job 5:11
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