El capítulo 10 de Juan es un hermoso retrato de la relación entre Jesús y sus seguidores, a quienes Él describe como sus ovejas. Al proclamarse como el "buen pastor", Jesús enfatiza su compromiso de cuidar, guiar y proteger a aquellos que le pertenecen. Este pasaje resalta la intimidad de la relación entre el pastor y sus ovejas, donde las ovejas conocen la voz de su pastor y le siguen. Jesús también habla sobre la vida eterna que ofrece, prometiendo que nadie podrá arrebatar a sus ovejas de su mano. Este capítulo invita a los lectores a reflexionar sobre su propia relación con Cristo y la seguridad que se encuentra en seguir al buen pastor, quien da su vida por sus ovejas.
Juan capítulo 10
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