Jesús explica el papel del Espíritu Santo en la vida de los creyentes. El Espíritu Santo actúa como un conducto para las enseñanzas de Jesús, asegurando que su mensaje se comunique de manera precisa y efectiva a quienes lo siguen. Esta asociación divina entre Jesús y el Espíritu Santo es crucial para la continuación de la misión de Jesús en la tierra. El Espíritu Santo glorifica a Jesús al tomar sus enseñanzas y darlas a conocer a los creyentes, ayudándolos así a crecer en fe y entendimiento.
El versículo resalta la relación íntima entre Jesús y el Espíritu Santo, donde el Espíritu actúa como un mensajero fiel, asegurando que las palabras y obras de Jesús no solo sean recordadas, sino que también sean vividas activamente por sus seguidores. Este proceso de glorificación no se trata solo de reconocer la grandeza de Jesús, sino también de transformar la vida de los creyentes a través de sus enseñanzas. Al recibir y entender las verdades impartidas por el Espíritu Santo, los creyentes son empoderados para vivir de una manera que refleje el amor y la sabiduría de Jesús, trayendo así gloria a Él en su vida diaria.