El capítulo 15 de Josué detalla los límites territoriales y las ciudades asignadas a la tribu de Judá. Este versículo específico menciona a Sharaim, Adithaim y Gederah (o Gederothaim) entre las ciudades que forman parte de su herencia. Estas ciudades son parte de una lista más amplia que totaliza catorce ciudades y sus aldeas circundantes. La división de tierras entre las tribus de Israel fue un evento significativo, marcando el cumplimiento de la promesa de Dios a Abraham y sus descendientes. Fue un momento para establecer raíces e identidad en la Tierra Prometida, donde cada tribu podía desarrollar su comunidad y vida de adoración. La mención de estas ciudades subraya la naturaleza organizada y detallada de la distribución de tierras, reflejando el orden y la provisión de Dios. También resalta la importancia de la comunidad y el establecimiento de una sociedad centrada en la fe y la obediencia a Dios. Cada ciudad contribuyó a la fuerza y unidad general de la tribu, asegurando que el pueblo de Judá pudiera prosperar en su nueva patria.
Y Silo, y Azeca, y Saaraim,
Josué 15:36
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