Al cruzar finalmente el río Jordán, los israelitas llegan a un punto crucial en su viaje hacia la Tierra Prometida. El décimo día del primer mes es significativo, ya que coincide con el tiempo de la Pascua, recordando la liberación de Dios de Egipto. Acampar en Gilgal, cerca de Jericó, representa un nuevo capítulo y el inicio de su conquista de Canaán. Este lugar se convierte en un sitio de recuerdo, donde los israelitas levantan piedras conmemorativas para celebrar la ayuda milagrosa de Dios al cruzar el Jordán.
Gilgal sirve como base para futuras operaciones y como un centro espiritual donde los israelitas renuevan su pacto con Dios. Este momento resalta los temas de fidelidad y guía divina, alentando a los creyentes a confiar en el tiempo y el plan de Dios, incluso cuando el camino parece incierto. El cruce y el posterior acampamiento en Gilgal son símbolos poderosos de transición y preparación, recordándonos que Dios está con nosotros mientras entramos en nuevas fases de la vida, brindando fuerza y seguridad.