Después del engaño de los gibeonitas, quienes lograron engañar a los israelitas para que hicieran un tratado de paz, se les asignaron roles como leñadores y aguadores. Estas tareas eran esenciales para la comunidad, especialmente para el altar del Señor, que requería leña para los sacrificios y agua para los rituales de purificación. Esta decisión refleja un tema de redención y propósito, donde incluso aquellos que actuaron de manera engañosa recibieron un lugar y un rol en la comunidad. Subraya la idea de que Dios puede transformar situaciones para Sus propósitos, utilizando el servicio de los gibeonitas para apoyar la adoración y la vida espiritual de Israel.
El papel de los gibeonitas también sirve como un recordatorio de la importancia de la humildad y el servicio. A pesar de su engaño inicial, se convirtieron en parte integral del funcionamiento diario de la adoración de la comunidad. Esta transformación ilustra cómo Dios puede sacar lo bueno de circunstancias desafiantes, convirtiendo lo que podría parecer un castigo en una contribución significativa. La frase "hasta hoy" sugiere la naturaleza perdurable de su servicio, enfatizando la continuidad y el impacto duradero de sus roles en la vida espiritual de la comunidad.