El acertijo de Sansón está profundamente ligado a un encuentro personal que tuvo con un león, al que mató con sus propias manos. Más tarde, encontró un enjambre de abejas y miel dentro del cadáver del león. La frase 'De la comilona salió comida; del fuerte salió dulzura' es una expresión metafórica de este evento. Refleja las maneras inesperadas en que Dios puede transformar situaciones difíciles o peligrosas en fuentes de bendición y alegría. Los filisteos, a quienes se les planteó el acertijo, lucharon por resolverlo porque se basaba en la experiencia única de Sansón, ilustrando cómo los planes y propósitos de Dios pueden estar ocultos a la comprensión humana.
Este acertijo también sirve como un recordatorio de la naturaleza misteriosa y paradójica de la obra de Dios en el mundo. Así como Sansón encontró dulzura en el cadáver de un león, se nos anima a confiar en que Dios puede traer el bien de las circunstancias más improbables. Invita a los creyentes a tener fe en la capacidad de Dios para convertir la adversidad en bendición y a buscar Su sabiduría para desentrañar los misterios de la vida.