El clímax de la historia de Judith se alcanza en este capítulo impactante. Con una mezcla de valentía y determinación, Judith decapita a Holofernes mientras él está en un estado de vulnerabilidad. Este acto audaz no solo simboliza la victoria sobre el enemigo, sino que también representa la liberación del pueblo de Israel. Judith escapa del campamento asirio con la cabeza de Holofernes, un trofeo que demuestra su triunfo y la intervención divina en su misión. Este momento es un poderoso recordatorio de que la fe y la acción pueden cambiar el curso de la historia. La decapitación de Holofernes no solo es un acto de venganza, sino un acto de liberación para su pueblo, y este capítulo resuena con la idea de que Dios puede usar a cualquier persona, incluso a una mujer, para llevar a cabo su plan.
Judith capítulo 7
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