El encuentro de Jesús con Leví, también conocido como Mateo, es un poderoso ejemplo de su ministerio inclusivo. Los recaudadores de impuestos eran a menudo despreciados en la sociedad judía debido a su asociación con las autoridades romanas y su reputación de corrupción. A pesar de esto, Jesús se acerca a Leví con una invitación simple pero profunda: "Sígueme". Este llamado significa un cambio radical en la vida de Leví, ofreciéndole un nuevo propósito e identidad como discípulo de Cristo.
El acto de llamar a Leví subraya el mensaje de que el amor y la salvación de Jesús están disponibles para todos, sin importar sus acciones pasadas o su posición social. Desafía las normas de la época, mostrando que nadie está más allá de la redención o del alcance de la gracia de Dios. La respuesta de Leví al llamado de Jesús, dejando todo atrás para seguirlo, ejemplifica el poder transformador de la invitación de Jesús. Esta historia anima a los creyentes a abrazar la inclusividad del Evangelio y a reconocer el potencial de cambio en cada individuo.