El concepto de que la división conduce a la caída es una verdad universal que Jesús utiliza para ilustrar la debilidad del reino de Satanás cuando está dividido. Al afirmar que si Satanás está dividido, no puede mantenerse en pie, Jesús subraya la inevitabilidad del fracaso cuando hay conflicto interno. Esta enseñanza sirve como un consuelo para los creyentes, recordándoles que las fuerzas del mal no son invencibles y que su poder es limitado. También nos recuerda la importancia de mantener la unidad dentro de la comunidad cristiana y en nuestra vida personal. La división y la discordia pueden llevar al colapso de entidades muy fuertes, ya sean familias, comunidades o fuerzas espirituales. Las palabras de Jesús nos animan a fomentar la unidad y la paz, sabiendo que estas son las bases de la fortaleza y la resistencia. En un sentido más amplio, esta enseñanza puede inspirarnos a trabajar hacia la reconciliación y la armonía, tanto espiritualmente como en nuestras interacciones diarias, como un medio para superar desafíos y construir una comunidad resiliente.
Y si Satanás tiene división contra sí mismo, ¿cómo permanecerá su reino? porque decís que yo echo fuera los demonios por Beelzebú.
Marcos 3:26
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