En esta ocasión, Jesús decide permitir que solo Pedro, Jacobo y Juan lo acompañen, mostrando un patrón de llevar a estos tres discípulos a experiencias más profundas de su ministerio. Esta elección enfatiza la importancia de tener un grupo cercano y de confianza que pueda compartir momentos significativos. Pedro, Jacobo y Juan estaban a menudo presentes en eventos clave, como la Transfiguración y el Jardín de Getsemaní, lo que sugiere que Jesús los estaba preparando para roles de liderazgo dentro de la iglesia primitiva. Este pasaje nos invita a considerar el valor de cultivar relaciones profundas y significativas, así como el papel del mentorazgo y el liderazgo en nuestras propias vidas. También refleja la idea de que, aunque el mensaje de Jesús es para todos, ciertas experiencias o responsabilidades pueden estar reservadas para aquellos que están listos o elegidos para propósitos específicos. Esto puede alentarnos a buscar y nutrir relaciones que nos ayuden a crecer espiritualmente y a prepararnos para los roles que estamos destinados a cumplir.
Y no permitió que nadie le siguiese, sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
Marcos 5:37
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