La historia de la salvación comienza con una genealogía que conecta a Jesús con sus antepasados, destacando su linaje real y su cumplimiento de las profecías. Mateo inicia su relato con una lista de nombres que abarca desde Abraham hasta David, y de David hasta el exilio en Babilonia, culminando en el nacimiento de Jesús. Este capítulo no solo establece la identidad de Jesús como el Mesías prometido, sino que también resalta la importancia de su nacimiento virginal a través de María. El ángel del Señor se aparece a José, asegurándole que el niño que llevará el nombre de Emmanuel, que significa 'Dios con nosotros', es el cumplimiento de las Escrituras. Este capítulo es fundamental para entender la misión de Jesús y su papel en la historia de la redención, mostrando que Dios ha estado trabajando a lo largo de la historia para traer a su pueblo un Salvador.
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