En este momento, Jesús se encuentra en Betania, un pueblo cercano a Jerusalén, hospedándose en la casa de Simón el leproso. Este escenario es significativo porque muestra el enfoque de Jesús hacia las normas sociales y su misión de inclusión. La lepra era una condición que no solo causaba sufrimiento físico, sino que también conducía a la aislamiento social debido al miedo a la contagión. Al elegir quedarse con Simón, Jesús desafía las normas sociales de su tiempo, demostrando que su ministerio es uno de compasión y aceptación, sin importar el estatus social o la condición de salud de una persona.
Esta visita a Betania es más que una simple parada; es una declaración profunda sobre la naturaleza de la misión de Jesús. Subraya el mensaje de que el amor y la gracia de Dios se extienden a todos, incluidos aquellos que son marginados. Los eventos que se desarrollan en la casa de Simón, incluida la unción de Jesús por parte de una mujer, resaltan aún más los temas de amor, sacrificio y la ruptura de límites tradicionales. Esta narrativa nos invita a reflexionar sobre nuestras propias actitudes hacia aquellos que son diferentes o marginados y nos anima a encarnar el mismo espíritu de amor y aceptación.