El versículo captura un momento de esperanza y renovación para los israelitas al regresar a Jerusalén tras años de exilio en Babilonia. El número 42,360 representa el total de aquellos que volvieron a su tierra natal, listos para reconstruir sus vidas y su ciudad. Esta reunión de personas es significativa porque refleja un esfuerzo unificado hacia la restauración y el renacimiento. A pesar de las dificultades que enfrentaron, los israelitas estaban decididos a restaurar su comunidad, cultura y prácticas religiosas. Este regreso no fue solo un viaje físico, sino también espiritual, ya que buscaban restablecer su identidad y fe. El versículo subraya la importancia de la comunidad y la acción colectiva para lograr grandes tareas. Recuerda a los creyentes de hoy el poder de la unidad y la visión compartida para superar la adversidad y reconstruir lo que se ha perdido. Sirve como un aliento para permanecer firmes y unidos en el propósito, confiando en que juntos pueden lograr la restauración y renovación.
El número de los hombres del pueblo, de los sacerdotes, de los levitas, de los porteros, de los cantores, de los sirvientes del templo, y de todos los siervos del pueblo, fue de cuarenta y dos mil trescientos sesenta.
Nehemías 7:66
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