El versículo habla sobre la provisión y el cuidado divinos que Dios extiende a todas las criaturas vivientes. Pinta un cuadro de Dios como un proveedor generoso, cuya mano abierta simboliza abundancia y bondad. El acto de recoger lo que Dios da simboliza la dependencia de toda la creación en Su generosidad. Esta imagen es un poderoso recordatorio de la confiabilidad de Dios para proveer nuestras necesidades. Asegura a los creyentes que cuando Dios abre Su mano, lo hace con la intención de satisfacer y bendecir a Su creación con cosas buenas. Este pasaje fomenta un profundo sentido de gratitud y dependencia en la providencia de Dios, afirmando que Él está atento a las necesidades de Su creación. La satisfacción mencionada aquí no es solo física, sino también espiritual, ya que refleja el cumplimiento y la contento que se encuentran en la provisión de Dios. Este versículo invita a los creyentes a reflexionar sobre las maneras en que Dios les ha provisto y a responder con confianza y gratitud, sabiendo que Él es la fuente de todas las cosas buenas.
Les das, y recogen; abres tu mano, y se sacian de bien.
Salmos 104:28
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