El Salmo 112 es un retrato de las bendiciones y la vida del justo que teme al Señor. Comienza con una exclamación de felicidad para aquellos que temen al Señor y se deleitan en Sus mandamientos. A lo largo del salmo, se describen las características del hombre justo, quien es generoso, compasivo y firme en su fe. La imagen de la prosperidad y la seguridad que rodean al justo resalta la recompensa de vivir en obediencia a Dios. Este salmo también menciona que el justo no temerá malas noticias, ya que su confianza está en el Señor. La culminación del salmo es una afirmación de que los justos serán recordados para siempre y que su legado perdurará. Este salmo invita a los creyentes a vivir con integridad y a confiar en las promesas de Dios, recordando que aquellos que temen al Señor son bendecidos en todas sus obras.
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