La visión del Cordero en el Apocalipsis está llena de simbolismo, retratando a Jesucristo como la figura central en el plan redentor de Dios. El Cordero, que aparece como si hubiera sido inmolado, pero que está de pie, representa la paradoja de la muerte y resurrección de Cristo. Esta imagen destaca su sacrificio por la humanidad y su victoria sobre la muerte, afirmando su papel como Salvador. Rodeado por los cuatro seres vivientes y los ancianos, el Cordero está en el corazón de la adoración celestial, subrayando su autoridad divina y dignidad.
Los siete cuernos del Cordero simbolizan poder completo, sugiriendo que Cristo tiene autoridad suprema sobre toda la creación. Los siete ojos, identificados como los siete espíritus de Dios, indican sabiduría e inteligencia perfectas, reflejando la omnipresencia y omnisciencia del Espíritu Santo. Esta representación asegura a los creyentes la presencia activa de Cristo en el mundo, guiándolos y sosteniéndolos. El pasaje invita a los cristianos a reconocer la profunda significancia del sacrificio de Cristo y su obra continua en el mundo, ofreciendo esperanza y seguridad del plan último de salvación de Dios.