Es vital no posponer nuestra relación con Dios. La procrastinación espiritual puede tener consecuencias graves. La ira del Señor puede manifestarse de repente, y en ese momento puede ser demasiado tarde para arrepentirse y cambiar. Mantener una relación constante y sincera con Dios nos prepara para cualquier eventualidad y nos ayuda a vivir una vida más plena y significativa. La vida es incierta y no sabemos cuándo enfrentaremos momentos difíciles. Por eso, es esencial estar siempre cerca de Dios, buscando su guía y fortaleza. Además, una relación cercana con Dios nos permite crecer espiritualmente y ser un ejemplo positivo para los demás. No dejes que la comodidad o la pereza te alejen de lo más importante: tu relación con el Creador. Cada día es una oportunidad para acercarte más a Él y vivir de acuerdo a sus enseñanzas. No esperes más, el momento para actuar es ahora.
No tardes en volverte al Señor, ni lo dejes de un día para otro; porque de repente brota la ira del Señor, y en el momento del castigo perecerás.
Eclesiástico 5:7
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