Rafael, el ángel que guía a Tobías en su travesía, habla con confianza sobre la inminente sanación del padre de Tobías, Tobit. Esta certeza es un testimonio de la intervención divina que permea la narrativa. La sanación de la ceguera de Tobit no solo representa una restauración física, sino que también simboliza una renovación espiritual y el cumplimiento de las promesas de Dios. La historia de Tobit está llena de temas de fe, perseverancia y providencia divina. A pesar de las pruebas y tribulaciones que enfrentan Tobit y su familia, su fe inquebrantable y confianza en Dios conducen a resultados milagrosos. Las palabras de Rafael sirven como un recordatorio de que Dios está íntimamente involucrado en la vida de su pueblo, orquestando eventos para su bien supremo. La narrativa anima a los creyentes a mantener la esperanza y confiar en el tiempo de Dios, sabiendo que Él es capaz de traer luz a las situaciones más oscuras. Este pasaje invita a reflexionar sobre la naturaleza de la fe y la certeza de que Dios escucha y responde a las oraciones de los fieles, a menudo de maneras inesperadas y maravillosas.
Y le dijo: ¿Qué tienes, padre? Y él le dijo: He visto que el ángel de Dios ha estado contigo, y que has sido sanado de tu ceguera. Y le dijo: ¿Qué has visto? Y él le dijo: He visto que el ángel de Dios ha estado contigo, y que has sido sanado de tu ceguera.
Tobías 11:3
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