A medida que Tobit se acerca a la muerte, comparte sus últimos deseos con su hijo Tobías y sus nietos, instándolos a mudarse a Media. Tobit está convencido de la veracidad de la profecía de Nahum sobre la destrucción de Nínive y Asiria. Enfatiza que todas las profecías dadas por los profetas de Israel se cumplirán, subrayando su inquebrantable creencia en la palabra de Dios. El consejo de Tobit está arraigado tanto en la percepción espiritual como en la previsión práctica, ya que busca proteger a su familia del peligro inminente. Este pasaje ilustra el tema perdurable de la fe en las promesas de Dios y la importancia de prestar atención a las advertencias divinas. Las instrucciones de Tobit a Tobías reflejan una profunda confianza en el plan de Dios y la necesidad de tomar medidas proactivas en respuesta a la guía divina. Al instar a su familia a mudarse a un lugar más seguro, Tobit demuestra cómo la fe puede informar y guiar decisiones prácticas, asegurando el bienestar de los seres queridos mientras se permanece alineado con la voluntad de Dios.
Además, el pasaje sirve como un recordatorio de la fiabilidad de la palabra de Dios y el cumplimiento de la profecía. La confianza de Tobit en los mensajes de los profetas resalta la importancia de escuchar y actuar según las revelaciones divinas. Esta combinación de fe y acción es un principio atemporal que resuena con los creyentes, animándolos a confiar en las promesas de Dios y a tomar decisiones sabias basadas en esa confianza.