En este capítulo, Zacarías habla sobre la restauración de Israel y la promesa de que Dios fortalecerá a su pueblo. La imagen del rebaño es significativa, ya que representa la relación cercana entre Dios y su pueblo. Zacarías enfatiza que Dios se preocupa por su rebaño y que los guiará hacia la victoria. Este capítulo también menciona la importancia de la fe y la unidad entre el pueblo de Dios. A medida que se enfrentan a desafíos, se les recuerda que su fortaleza proviene de su relación con Dios. La promesa de restauración y fortaleza es un mensaje de aliento para todos los creyentes, recordándoles que, a pesar de las dificultades, Dios está con ellos y les dará la victoria.
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