En la ciudad de Antioquía, Bernabé y Saulo dedicaron un año a enseñar y edificar a la comunidad cristiana primitiva. Este período fue crucial para el crecimiento y establecimiento de la iglesia, ya que alcanzaron y enseñaron a un gran número de personas. Antioquía era una ciudad diversa y bulliciosa, lo que la convertía en un lugar ideal para la difusión de nuevas ideas y creencias. Fue aquí donde a los seguidores de Jesús se les llamó por primera vez 'cristianos', un término que los identificaba como adherentes de Cristo. Este nuevo nombre reflejaba su identidad y misión distintivas, diferenciándolos de otros grupos religiosos de la época. El uso del término 'cristiano' en Antioquía señala el comienzo de una nueva fase en la historia de la iglesia, donde el mensaje de Jesús fue cada vez más reconocido y abrazado tanto por gentiles como por judíos. Este desarrollo fue fundamental en la expansión del cristianismo, ya que se movió más allá de sus raíces judías para convertirse en una fe global. La labor de Bernabé y Saulo en Antioquía sentó una sólida base para la misión y el alcance de la iglesia, demostrando el poder de la enseñanza y la comunidad en la difusión del evangelio.
Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos primero en Antioquía.
Hechos 11:26
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